Salvador Algarabel

Desde siempre he tenido un gran interés en que en España se estructurara una sociedad que agrupara a todos los investigadores activos de orientación fundamentalmente experimental. No dudé ni un minuto el adherirme a su fundación formal realizada en una reunión restringida en la universidad de Almería (1997). Tuve el honor de ser presidente de la sociedad en el periodo 2002-2004 y vicepresidente en 2004-2006. Hasta recientemente siempre he asistido a todos los congresos a través de los cuales he podido constatar los grandes cambios que la psicología experimental española ha sufrido durante estos años. Siempre he pensado que una sociedad científica debe contribuir a promover instrumentos rigurosos de publicación. En este sentido, me siento especialmente orgulloso en haber promovido la incorporación de Psicológica a la sociedad. Espero y deseo el mejor futuro para la psicología española y, especialmente, para todos los miembros de la SEPEX. Las nuevas generaciones que actualmente dirigen la sociedad han mejorado sustancialmente lo que comenzamos a hacer en su fundación aquel lejano julio en Almería. Espero que continúen haciéndolo en el futuro. Por último, gracias por este nombramiento como miembro honorario. Es un gran honor para mí.

Soledad Ballesteros

Para mí es un honor haber sido primero vicepresidenta del 2014 al 2016, y después del 2016 al 2018, presidenta de la Sociedad Española de Psicología Experimental. Agradezco a todos los Miembros de la Junta Directiva de aquellos años (David Saldaña, Rosa Rodríguez, Ángel Correa, Miguel Ángel Vadillo, Cristina Izura, Isabel Fraga, Juan Lupiáñez, Jon Andoni Duñabeitia y Laura Esteban) su colaboración, interés en los temas tratados y su participación en todas las reuniones periódicas que celebramos durante aquellos años. Soy miembro de la SEPEX desde poco después de sus comienzos. Durante el periodo como presidenta de la sociedad organicé en la UNED, junto a José Antonio Hinojosa y Tomasso Vecchi el First Joing Congress SEPEX, SEPNECA, Congresso Nazionale AIP della Sezione di Psicologia Sperimentale celebrado en Madrid del 3 al 6 de julio de 2018.

Estudié Psicología en el Programa nocturno de la Universidad Complutense de Madrid. Al finalizar, obtuve el Premio Extraordinario Licenciatura de la Facultad de Psicología y el Premio Nacional Fin de Carrera (1973). Entre 1974 y 1975, fui Auxiliar de Conversación en Gran Bretaña (Hornsey Secondary School, Londres). Al regresar a Madrid comencé como profesora en la Facultad de Psicología en la UCM (Programa nocturno), a la vez que trabajaba de día como profesora de EGB y realizaba la Tesis Doctoral bajo la dirección del Dr. José Forteza, doctorándome en 1979. Desde 1983 he sido profesora en el Departamento de Psicología Básica II de la UNED, del que fui directora desde 2010 a 2017. En dicho Departamento, fui Profesora Titular, Catedrática y desde 2017 Profesora Emérita. He sido Visiting Scholar en la Universidad de Arizona (Tucson, USA) en 1984 donde trabajé con el Profesor Samuel Kirk, en la Universidad de Columbia (New York, USA) entre 1989 y 1991 invitada por la Profesora Lynn A. Cooper. Entre 2002 y 2004 trabajé con la Dra. Susanna Millar en la Universidad de Oxford (UK). En 2007 fui Visiting Scholar en el Beckman Institute (University of Illinois at Urbana-Champaign, USA) y en 2009 en el Center for Brain Health (University of Texas at Dallas, USA) para trabajar con la Profesora Denise C. Park. Impartí Seminarios durante 2009 y 2010 en el programa de Doctorado Lifelong Learning Intensive Programme, Cracow (Poland), financiado por la Comisión Europea. Desde 2001, dirijo en el Programa Modular en Gerontología y Atención a la Tercera Edad en la UNED. Mi investigación se ha centrado en estos años en la percepción y la memoria visual y háptica, el priming intermodal e intramodal en las distintas modalidades perceptivas, la memoria implícita y explícita en el envejecimiento normal y patológico, la atención selectiva y su influencia en la memoria a lo largo del ciclo vital y, más recientemente, en la plasticidad cerebral, en los efectos de programas de entrenamiento cognitivo y el ejercicio físico en mayores, y en los efectos de intervenciones combinadas cognitivas y físicas en las funciones ejecutivas y la memoria de adultos mayores.  

Agradezco sinceramente a la Junta Directiva actual y a los miembros de la SEPEX el nombramiento como Miembro Honorario de la sociedad. Muchas gracias.

Manuel de Vega

La SEPEX ha alcanzado su mayoría de edad en sus más de 20 años de existencia. En ese tiempo ha desempeñado un papel dinamizador indiscutible de la psicología científica en España y creo que su éxito se basa en varios factores de los cuales me gustarías destacar algunos. Concretamente, la exigencia de estándares internacionales de producción científica a sus miembros y directivos, el relevo ágil de los miembros de la Junta Directiva cada dos años, que evita el anquilosamiento de la sociedad, o el carácter intergeneracional de la sociedad que incorpora tanto a investigadores senior de reconocida trayectoria, como a investigadores postdoctorales en su etapa de mayor productividad científica, pero que también apoya a investigadores en formación. A esto habría que añadir el éxito de los congresos de la SEPEX que se han convertido en un excelente foro de la psicología científica en España y que, en ocasiones, se han coordinado con otras asociaciones nacionales e internacionales, reforzándose mutuamente (SEPNECA, AIP, EPS, Psychonomic Society, etc).

Personalmente, he mantenido una estrecha relación con la SEPEX casi desde el comienzo. Tras la fundación de la SEPEX, tuve el honor de suceder a su primer presidente Pío Tudela en 2000, encabezando un equipo de notables investigadores (Helena Matute, Luis Jiménez, María Teresa Bajo, Luis Fuentes, Juan Botella y el propio Pío Tudela como vicepresidente) que hicieron mi tarea muy fácil y gratificante. En ese periodo se apoyó la preparación del IV congreso de la SEPEX que se celebró en Oviedo en 2002, organizado por Fernando Cuetos. También se apoyó la celebración de otros congresos relevantes celebrados en España como 3rd. International Conference On Memory (ICOM-3), el V Simposio de Psicolingüística y el XII Congreso de la Sociedad Española de Psicología Comparada. La Sociedad siguió creciendo durante este periodo, pasando de 130 a 140 miembros. Una actividad de interés impulsada por el equipo directivo fue el desarrollo de un glosario de términos científico-técnicos en español, destinado a consolidar un vocabulario psicológico compartido y evitar un exceso de anglicismos o de traducciones pintorescas. No estoy seguro de que se haya conseguido completamente, ya que continuamente se incorporan nuevos términos a la jerga de las diferentes especialidades en nuestra dinámica disciplina y, por comodidad, en la urgencia de la comunicación oral tendemos a no traducirlos. Pero, esto indica únicamente que el glosario debería estar abierta a revisiones periódicas para su actualización.

Posteriormente, participé como miembro del comité científico en varios congresos SEPEX y fue para mi un honor participar como ponente invitado en el VI Congreso de la SEPEX, celebrado en Santiago de Compostela en 2006, organizado por Luis Jiménez. En los años subsiguientes, he seguido participando en los congresos de la SEPEX y he impulsado a mis mejores estudiantes de doctorado y a mis colaboradores más próximos a presentar sus trabajos en dichos congresos.

Manuel de Vega
La Laguna 19 de Junio de 2020

Victoria Díez Chamizo

Comencé mis estudios universitarios en la Universidad de Valencia y los acabé en la Universidad Autónoma de Madrid. Fue en la UAM donde me inicié en el mundo de la investigación, con los Profesores Jose Antonio I. Carrobles y Antonio Guillamón, en el Laboratorio de Psicobiología de la Facultad de Medicina. En esta universidad también comencé mi carrera académica, como profesora ayudante a tiempo parcial, en 1978. Defendí mi Tesis Doctoral en 1981, bajo la dirección del Dr. José Luis Fernández Trespalacios. Fui becaria de investigación en la Universidad de Birmingham (Reino Unido) en dos ocasiones y becaria visitante y posteriormente investigadora visitante en la Universidad de Cambridge (Reino Unido), en múltiples ocasiones. A partir de 1980 me incorporé a la Universitat de Barcelona como profesora ayudante a tiempo completo. En 1986 gané una plaza de profesora titular en la UB y posteriormente de catedrática, en 1992. Me jubilé en septiembre de 2018 y la Universitat de Barcelona me nombró Profesora Honorífica.

Mi investigación la he realizado principalmente en colaboración con el catedrático de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) Professor N. J. Mackintosh (†), así como con otros colegas y estudiantes de la Universitat de Barcelona. El principal resultado de nuestro trabajo ha sido la demostración de que los fenómenos básicos del condicionamiento pavloviano y del condicionamiento instrumental también se observan cuando se trabaja con tareas estrictamente espaciales. Estos resultados han cuestionado seriamente un punto de vista predominante (O´Keefe y Nadel, 1978) que afirmaba que el aprendizaje espacial es no-asociativo, diferente e independiente de otras formas de aprendizaje. Una segunda línea de investigación tiene que ver con diferencias de sexo y cognición espacial. En la actualidad continúo investigando estos temas, también desde las vertientes de divulgación y aplicada. Mi relación con la SEPEX se remonta a los años 2000. En la primera década de este siglo participé en varios congresos y poco a poco también me introduje en temas de gestión de la Sociedad, de la mano de mi apreciado amigo Salvador Algarabel. Fui presidenta de la Sociedad entre 2004 y 2006. En esta época como presidenta tuve la suerte de contar con un magnífico equipo formado por Salvador Algarabel, Juan Lupiáñez, Carlos Álvarez, Rosa Sánchez Casas, Fernando del Valle-Inclán y Marcos Ruíz Rodríguez. Entre todos establecimos unas reuniones periódicas muy fluidas gracias a Skype de forma que la gestión de los diversos temas que tratamos resultó sencilla y agradable. Continué colaborando como vicepresidenta entre 2006 y 2008. A lo largo de estos años y también con posterioridad los miembros del grupo de investigación que coordinaba («Aprendizaje y cognición: un enfoque comparado») han participado en múltiples congresos, fundamentalmente con ponencias en torno al aprendizaje asociativo.

Es para mí un gran honor este nombramiento. ¡Muchas gracias!

José E. García-Albea

Doctorado en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid (1977) bajo la dirección del Profesor Mariano Yela. Becario Posdoctoral en el Massachusetts Institute of Technology (MIT) por dos años (1977-79) bajo la supervisión del Profesor Jerry Fodor. Profesor de la Facultad de Psicología de la UCM (1979-92), como Profesor Titular desde 1984 en el Departamento de Psicología Básica I. Investigador Visitante en el Centro de Ciencia Cognitiva de la Universidad de Rutgers, New Jersey, USA (1991-93, 2001, 2011). Desde 1993, Catedrático de Psicología Básica en el Departamento de Psicología de la Universidad Rovira I Virgili (Tarragona), donde fui Director de Departamento entre 1995 y 2001. En 2016, nombramiento de Profesor Emérito de la URV. A lo largo de mi trayectoria investigadora, he dedicado una atención especial a los temas teóricos sobre la fundamentación de la psicología como ciencia natural, a la vez que me he implicado abiertamente en la investigación empírica sobre el procesamiento del lenguaje, desde la percepción del habla hasta los aspectos terminales de la produción.

Mi relación con la SEPEX se remonta a sus orígenes, al menos en lo que tuvo que ver en su concepción el foro de los Simposios de Psicolingüística que se venían celebrando cada dos años desde su iniciación en Tenerife el año 1993, organizado éste por Manuel Carreiras y su grupo de investigación en la Universidad de La Laguna. El segundo Simposio tuvo lugar en Tarragona el año 1995, organizado por el que suscribe, y el tercero en Oviedo (abril de 1997), organizado por Francisco Valle y Fernando Cuetos. Recuerdo bien que fue precisamente en el Simposio de Oviedo cuando se me hizo partícipe de la iniciativa de promover un sociedad de psicología experimental que acogiera a buena parte de los investigadores que nos veníamos reuniendo en estos Simposios, y abierto asimismo a la participación de otro buen número de investigadores españoles más allá del campo de la psicolingüística, interesados por los procesos cognitivos, en ámbitos como la percepción, la atención, la memoria y el aprendizaje, el razonamiento y la resolución de problemas. En pocos meses se logró convocar la reunión del grupo de investigadores de distintas universidades españolas (Almería, 1 de julio de 1997) que acordaron la fundación de la SEPEX, redactaron sus estatutos y eligieron la primera Junta Directiva. También se estableció que los congresos de la SEPEX fueran cada dos años, alternándose con la celebración de los Simposios de Psicolingüística. Desde el principio, el grupo de investigación que yo dirigía en la URV de Tarragona participó de forma asidua en las actividades de la Sociedad y tuvo una representación cualificada en su Junta Directiva, a través de nuestra recordada Rosa M. Sánchez-Casas, en el periodo 2002-2006. Hasta el momento actual, nuestro grupo siempre ha estado representado en todos los congresos de la SEPEX.

Pío Tudela

Al recordar ahora mi relación con la SEPEX no puedo evitar que afloren dentro de mi sentimientos de afecto y de gratitud.  Pertenecí al grupo fundador que el día primero de julio de 1997, reunidos en Almería, decidimos iniciar la Sociedad Española de Psicología Experimental.  Éramos dieciséis  personas y todas eran más jóvenes que yo, quizás por eso me propusieron como primer presidente de la sociedad.  Desde entonces, la preparación de comunicaciones y pósters  para los congresos que la sociedad fue celebrando es lo que mejor recuerdo.  En Granada celebramos el segundo congreso en diciembre de 1998, después fuimos a Barcelona en el año 2000 y dos años después a Oviedo. 

No recuerdo exactamente cuándo decidimos en la sociedad que, junto al conferenciante extranjero que solíamos invitar, tuviera lugar una segunda conferencia impartida por un investigador español; por eso no puedo asegurar que fuera yo el primer invitado.  Sin embargo recuerdo muy bien que en el V Congreso, que se celebró en Madrid en el año 2004,  fui invitado a impartir esa conferencia.  Hice una exposición de lo que hasta entonces había sido la principal línea de trabajo de nuestro grupo de investigación: “priming semántico no consciente” y pude incluir datos de registro encefalográfico  adquiridos con nuestro sistema de alta densidad que habíamos logrado hacer funcionar en Granada unos años antes.   La siguiente reunión tuvo lugar en San Sebastián, Donosti.  Allí siempre que he ido lo he pasado realmente bien.  Nos trataron con toda la amabilidad que caracteriza a los vascos y tuve la impresión de que la entidad de nuestra SEPEX empezaba a ser socialmente reconocida.  Esta impresión fue en aumento cuando el octavo congreso volvió a celebrarse en Granada, organizado por María Teresa Bajo.  Comparado con el celebrado en 1998, el de 2010 parecía un congreso de ricos.  Pudo celebrarse en el Palacio de Congresos, como hacían las sociedades ya establecidas y con prestigio.  Allí tuve la sensación de que realmente habíamos acertado al fundar la SEPEX; ver el número de asistentes y de participantes, que había crecido una enormidad de un congreso a otro, fue ciertamente reconfortante.

Así llegamos a 2012, IX Congreso de la SEPEX celebrado en Lieja (Bélgica) y por primera vez conjuntamente con una sociedad extranjera en el extranjero; se trataba de la Belgian Association for Psychological Sciences (BAPS).  El entonces presidente de nuestra sociedad, Luis Fuentes Melero, me había solicitado una conferencia sobre la psicología experimental en España que yo preparé e impartí agradecido, pues era la segunda vez que ocupaba el lugar reservado en nuestros congresos al conferenciante español.  Al final de mi conferencia, cuando esperaba que del auditorio surgiera alguna pregunta, apareció Luis diciendo: “No hay preguntas, y tu, Pío, te sientas aquí”, señalando la esquina de la mesa mas alejada del atril del conferenciante.  Me senté sin rechistar, la orden no dejaba lugar a dudas.  Y entonces fue Luis quien inició una semblanza de mi persona, presentada en Power Point, con fotos mías y recorriendo lo que consideró más importante de mi trayectoria académica.  Me dejó sencillamente atónito. ¡Habían preparado todo aquello, con aportaciones de muchos, incluida Teresa mi esposa, y yo no me había enterado de nada! Por una parte, estaba enormemente emocionado pero por otra me reía de mi mismo  y de mi inconsciencia en relación con tanto preparativo.  El acto continuó y, como presidente de la sociedad, Luis Fuentes  me entregó una placa muy elegante, que conservo en mi despacho y  que decía: “SEPEX. –  Al Profesor Pío Tudela Garmendia por su contribución al desarrollo de la Psicología Experimental en España. – Sociedad Española de Psicología Experimental. – Mayo de 2012”.  También anunció la publicación de un libro de homenaje en el que participarían mas de setenta investigadores de todos los laboratorios de psicología de España.  Naturalmente, el libro vio la luz unos años mas tarde en Alianza Editorial pero fue tal como Luis lo había anticipado en Lieja.  Finalmente, en la asamblea plenaria que la sociedad  celebró allí mismo, unas horas mas tarde, se acordó por unanimidad a propuesta de Luis Fuentes que la conferencia reservada en los congresos a un investigador español pasara a llamarse, a partir de entonces,  Conferencia Pío Tudela.  Creo que puede entenderse que lo único que fui capaz de decir ante tanta muestra de cariño y aprecio fue: “¡Gracias, muchas gracias!  Lo tuve que repetir mas de una vez hasta conseguir que se oyera.  Me sentía como un niño a quien le faltaban manos para poder disfrutar tanto regalo.

Ahora llega la Junta Directiva actual y me dice que habéis decidido nombrarme miembro honorario de la sociedad.  ¡Como si no tuviera ya bastante! Por favor, dejadme al menos pagar esa pequeña cuota de socio para que pueda sentir que sigo contribuyendo algo a regar ese árbol que un día plantamos y que hoy, crecido y frondoso, acoge en su sombra a tanto investigador, cada día de mayor calidad, que trabaja por la psicología experimental. ¡Gracias, una vez más!